Un hotel en Ushuaia, camiones, autos de lujo, y 200 viajes al exterior, parte del patrimonio del yerno de Julio Grondona
El ex CEO de Torneos Alejandro Burzaco reveló la semana pasada en Nueva York que Genaro Aversa, yerno de Julio Grondona, lo ayudó a escapar desde Suiza a Italia, en 2015, cuando estalló el escándalo del FIFAGate. Cruzaron la frontera juntos en el mismo auto. La anécdota puso la lupa sobre Aversa, un florista convertido en empresario exitoso. Su crecimiento patrimonial ya está en la mira de la Justicia.
Según una denuncia de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), revelada hoy por «El diario del Fin del Mundo» de Ushuaia, Aversa es uno de los accionistas de LIMAY SA, una sociedad dueña del hotel «Fueguino».
De hecho, en el sitio web de ese hotel de cuatro estrellas figura, como referencia, la dirección y el teléfono de la oficina personal de Aversa, en Puerto Madero.
La PROCELAC acusó a Aversa, a Julio Ricardo Grondona (hijo del ex titular de la AFA), al empresario turístico Roberto Petti (también ligado a la familia Grondona y socio de Limay SA) y al empresario mexicano Aparicio Enrique Byron de ser parte de una maniobra de lavado de dinero. Concretamente, se sospecha que el hotel se hizo con fondos ilícitos provenientes del exterior y ligados al FIFAGate.
La causa judicial comenzó en 2016 a partir de una denuncia judicial realizada en Ushuaia por el cuarto socio de Limay, Guillermo Petti (hijo de Roberto). El expediente ahora aterrizó en Comodoro Py, donde se investigan las derivaciones locales del FIFAGate.
El crecimiento patrimonial de Aversa, casado por Liliana Grondona, genera muchas sospechas. La aeronave, guardada ahora en un hangar de San Fernando, supo transportar a la familia Grondona al menos en los últimos dos años.
En los papeles, el avión sigue perteneciendo a la empresa de transportes Crucero del Norte. Por eso nunca despertó sospechas. Pero hay un poder oculto que lo transforma en el verdadero dueño.