Chiriboga también recibió sobornos, afirma justicia de EE.UU.
La justicia federal de Estados Unidos inculpó ayer a otros 16 altos dirigentes o exdirigentes de la FIFA y asociaciones nacionales, por el caso de corrupción que sacude a la organización, anunció la fiscal general norteamericana Loretta Lynch.
Entre los inculpados se encuentran el paraguayo Juan Ángel Napout, presidente de la Conmebol, y el hondureño Alfredo Hawit, presidente interino de la Concacaf, ambos arrestados ayer en Zúrich (Suiza), así como el titular de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Marco Polo del Nero; el expresidente de esa entidad, Ricardo Teixeira; y el titular de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Luis Chiriboga Acosta.
El dirigente de 69 años y que está al frente de la FEF desde 1998, estuvo hasta ayer en Guayaquil, donde el martes pasado participó en la sesión del Comité Ejecutivo de la FEF. Ayer por la tarde viajó a Quito. En el aeropuerto de Tababela, ayudado por sus dos guardaespaldas, evadió a un periodista de EL TELÉGRAFO que intentó acercársele. Se lo notaba nervioso y apresuradamente abandonó la terminal aérea capitalina.
Por la tarde circularon rumores sobre una supuesta renuncia al cargo, pero el mismo Chiriboga se encargó de desmentirlo en una entrevista con una radio guayaquileña en donde aseguró: “Estoy en Quito y no voy a renunciar”.
A Chiriboga y al resto de dirigentes implicados en el caso se los acusa de recibir sobornos para favorecer a terceros en la adjudicación de los derechos de televisión y marketing de varios torneos de selecciones nacionales. Según el informe de la justicia federal norteamericana, “Chiriboga lideraba, junto a Rafael Esquivel y Luis Bedoya, el grupo de las 6 federaciones menos poderosas de la región”.
El documento, que nombra 17 veces al dirigente, añade que la empresa Datisa pagó “cantidades de 6 cifras por sobornos a Luis Chiriboga y otros dirigentes”. Datisa es un conglomerado de tres empresas: Full Play, Torneos (argentinas) y Traffic (brasileña), que desde su creación el 21 de mayo de 2014 tuvo su sede en Montevideo (Uruguay).
Full Play es dueña de los derechos de televisión y comercialización de los partidos de la Selección Ecuatoriana de Fútbol. La FEF y esta empresa tienen un vínculo desde 2002, cuando intentó instalar en el país el canal del fútbol. Incluso, la FEF le debe $ 2 millones a esta empresa liderada por Hugo y Mariano Jinkis, que son investigados también por la justicia argentina.
En el acta de acusación ante la justicia federal de Brooklyn (Nueva York), que incluye un total de 92 cargos, también figuran los argentinos José Luis Meiszner y Eduardo Deluca, actual y exsecretario general de Conmebol, al igual que actuales y expresidentes de las federaciones de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Perú.
Ocho de los acusados en el escándalo por corrupción en la FIFA se declararon culpables, entre ellos Jeffrey Webb, exvicepresidente de la Concacaf, anunció ayer Lynch.
Entre quienes admitieron los cargos en su contra se encuentran también los expresidentes de las federaciones chilena y colombiana de fútbol, Sergio Jadue y Luis Bedoya, respectivamente, además de los ya procesados empresarios el argentino Alejandro Burzaco y el brasileño José Margulies, según un comunicado de prensa del Departamento de Justicia estadounidense.
Para justificar las peticiones de extradición de los mandatarios de la FIFA, Lynch argumentó que las negociaciones para intercambiar influencias y dinero ilícito tuvieron lugar en Estados Unidos y que, además, los acusados utilizaron los bancos de Wall Street para blanquear los sobornos.
Estas nuevas imputaciones casi doblan el tamaño de la macroinvestigación contra el máximo organismo del fútbol mundial, que recibió su primer golpe en mayo pasado, cuando EE.UU. formuló cargos de corrupción públicamente contra 14 personas, de las cuales 7 fueron arrestadas en Suiza.
La primera ola de detenciones de mayo llegó en vísperas del Congreso electivo de la FIFA, que reeligió -pese al escándalo- al presidente Joseph Blatter, que ahora se encuentra suspendido por 90 días. (I).
Fuente: Diario El Telégrafo.