Ecuador: Dos familias del ‘Chucho’ tienen disputas legales por sus bienes
Christian Benítez murió sin dejar un testamento. Sus deudos, además del quebranto por su pérdida, se encuentran en medio de un litigio judicial por la repartición de sus bienes. El ‘Chucho’ estaba casado con Lisseth Chalá, con quien tuvo tres hijos, aún menores de 6 años, cuyas identidades protegemos. De una relación anterior con Ana Chalá nació otro pequeño, hoy de 11 años. En los tribunales, las dos familias tratan de esclarecer el patrimonio del ariete, quien en sus 10 años de vertiginosa carrera futbolística acumuló un patrimonio estimado en USD 4 millones. Ese incluye: propiedades en Quito, Ibarra, Esmeraldas y automóviles. Además, deudas por cobrar con el América de México, con el Al Jaisch qatarí, el premio por clasificar al Mundial (USD 140 000) y un seguro de vida de la Selección, por USD 70 000. Vídeo EL PEDIDO DE CARMEN CHALÁ A LA VIUDA DEL CHUCHO BENÍTEZ La abuela del hijo mayor del fallecido Chucho Benítez, Fabiano, pide que le den lo que le correspone al niño Por fuera de esa definición legal, Lisseth y Ana deberán encontrarse este mes. El miércoles, la Oficina de Mediación del Consejo de la Judicatura envió oficios a ambas para que se presenten a una audiencia el 17 de abril. Maritza Armijos, la mediadora que firma la invitación, busca que las dos familias lleguen a un acuerdo para la pensión de alimentos del primer hijo del deportista. Cuando Benítez vivía, él asignaba USD 1 000 mensuales, pero con su muerte cesaron los desembolsos . El juicio por herencia, en cambio, se lleva desde el 12 de febrero en la Unidad Judicial Especializada Tercera de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de Quito. Esa causa se abrió para establecer judicialmente el inventario de bienes dejados por el deportista. ¿Por qué el juicio se inició seis meses después de la muerte de Benítez? Las familias se reunieron en dos ocasiones para intentar llegar a un acuerdo, pero hubo diferencias. Por ello, sostiene el abogado Washington Andrade, quien defiende a Ana Chalá, optaron por llevar el caso a los tribunales, “para que se haga el inventario de los bienes sucesorios”. Tras el deceso del jugador, la Ecuafútbol pagó el seguro de vida por USD 70 000 a la esposa de Benítez, Liseth Chalá, confirmó a este Diario una alta fuente del organismo. “Pero nada de este dinero llegó a Fabiano”, asegura Andrade. Su cliente, Ana Chalá, remitió una carta a Luis Chiriboga, titular de la FEF, el 9 de diciembre. A través de su abogado, solicitó que la Ecuafútbol “tome en cuenta los derechos hereditarios del menor (…). Pedimos que ese dinero se entregue directamente a la compareciente, por ser madre y representante del menor”. Aún hay un rubro pendiente de la Federación con los deudos: los USD 140 000 que Benítez merece como integrante del equipo que clasificó a la Selección al Mundial. De acuerdo con la tabla de repartición de premios, elaborada por los propios futbolistas, el delantero estaba en el tope, por su participación e influencia en los resultados (jugó siete partidos, marcó cinco goles). La dirigencia de la FEF analiza emplear parte de esos fondos para comprar una casa al niño, quien vive con su abuela materna Carmen y con su madre Ana, en el sur de Quito. Para ello, necesitan el consentimiento de Liseth. Si la respuesta de la viuda de Benítez es negativa, la FEF entregará el 12,5% de los premios directamente al infante (la proporción que le corresponde, por herencia) y, según fuentes de la Federación, el organismo aportará con el resto de dinero para comprar la casa. El drama de dos familias “Dios, mis tres hijos y mi familia son mi soporte”, dice Lisseth Chalá, vestida de negro y blanco, sentada sobre un amplio sillón tallado de madera, junto al bar de licores, en su casa del norte de Quito. E n el inmueble, todo hace recordar al goleador desaparecido. Hay más de 1 000 fotografías agrupadas en 10 cuadros enmarcados alrededor de la sala y de la habitación de televisión, sobresale una LED. E l ‘Chucho’ era fanático de las fotos y de las ampliaciones. Su abuela lo sabía. En su modesta casa en Chillogallo, al sur de Quito, Dorcy López, quien lo crió de pequeño, sobresalen las fotografías en paseos familiares, fiestas y sobre todo en las canchas de fútbol. Ella guarda una veintena de cuadros de fotografías enmarcadas enviadas por Benítez desde México. Su primogénito levantó un altar fotográfico para su padre. En la sala de la modesta construcción donde vive con su abuela y su madre, en el cerro que conduce a la av. Simón Bolívar, sur de Quito, el niño lo muestra. En un vetusto armario de madera pegó recortes de periódicos con las fotos de Christian Benítez. En las postales, el ‘Chucho’ corre y sonríe usando las camisetas de la Selección y del América mexicano. Las imágenes rememoran la gloria deportiva del ariete quiteño. Aquel rincón de la casa es el favorito del niño. Acaricia la imagen de su padre con la camiseta de la Tri. La mira con nostalgia. Las fotos son su tesoro más preciado. A diario, gasta el pegamento de sus útiles escolares para que los recortes, ya amarillentos, se mantengan firmes. Su abuela Carmen y su mamá Ana Chalá cuentan que lo han encontrado muchas veces en ese rincón, llorando. “Mis niños me preguntan por su padre”, cuenta Lisseth Chalá, junto a la gigantografía en la que reza: “Las Reinas de mi hogar”, bajo una foto de ella junto a sus hijas. “No sé qué decirles. Incluso he buscado pedir ayuda de un psicólogo”. Por el fondo de la casa corretean dos pequeños, son los mellizos de 6 años. Él lleva el uniforme gris de su centro infantil y unos guantes de arquero. Ella irrumpe en la espaciosa sala, con un vestido celeste largo y con sus pequeños labios, graciosamente pintados de carmín. El primer hijo del deportista quiere ser pelotero. Sigue los pasos de su progenitor: a diario se entrena en la Sub 12 de El Nacional. Es delantero y lleva la camiseta 11, que eternizó el ‘Chucho’. Todas las tardes, el niño sale de su casa, ubicada en el barrio Valle del Sur hacia el complejo de Tumbaco, en un recorrido que le toma cerca de una hora y cuarto. La historia de su padre fue similar. El ‘Chucho’ viajaba en bus desde la casa de su abuela en Chillogallo hasta el complejo criollo en su época infanto-juvenil. Se dormía en los buses, cansado y hambriento, y llevaba el dinero justo, tal como ahora lo hace su descendiente. Su familia busca recuperar la pensión alimenticia. Ana Chalá no trabaja y el sostén del hogar es Carmen, la abuela del menor, quien tiene un restaurante en el que vende pescado y encebollados, cerca de su humilde vivienda. Según las mujeres, solo una vez recibieron USD 1 000 de parte de la esposa del ‘Chucho’, luego de los sucesos del 29 de julio, cuando murió. Lisseth afirma que no ha desamparado al niño. “Tengo recibos de que les he dado más plata. Me apena que usen al pequeño, que lo hagan ver así”. La esposa del goleador no tiene abogado que la patrocine, pero dice que pronto tendrá uno para afrontar el juicio. Relata que vive angustias por los juicios y todo lo que pasó luego del 29 de julio, cuando Christian la dejó. LA CIFRA 140 000 dólares debe pagar la FEF por premios. LAS FRASES “Nada ha sido fácil desde que Christian se fue… Mis días son difíciles y nunca abandoné a Fabiano. Me apena que digan eso”. Lisseth Chalá Viuda de Christian Benítez “Nosotros lo único que pedimos es que mi hijo no quede desamparado. Yo no tengo trabajo, dependo de la ayuda de mi mamá y mi familia”. Ana Chalá Madre del primer hijo de Benítez
Fuente: Diario El Comercio