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El Super Bowl 50 fue una locura millonaria

Resulta poco creíble, pero Michael Jackson cambió para siempre la esencia de la final de la liga de fútbol americano. El Rey del Pop convirtió el espectáculo del entretiempo del Super Bowl en un llamador para televidentes. Y para el gran negocio.

Hasta 1993, finalizaba el segundo cuarto del partido y en cada casa de Estados Unidos se desatendía la pantalla. Hasta que MJ lo convirtió en un atractivo más. Los fanáticos recuerdan que aquel Super Bowl 27 lo ganó Dallas Cowboys, conducido por Troy Aikman, en una paliza por 52-12 a los Buffalos Bills.

 

El mundo entero registra a dos sosias de Jackson emergiendo por encima de las pantallas gigantes del Rose Bowl de Pasadena, y la aparición posterior del propio Michael en el escenario montado en el centro del campo de juego, con un show que duró unos 10 minutos. Lo cerró cantando Heal the World junto con unos 3.500 chicos.
En el Levi’s Stadium de California pasaron Beyoncé, Bruno Mars y Coldplay, banda que, aseguran, tocó gratis porque la relación costo-beneficio de aparecer en los segundos televisivos más caros de Estados Unidos ya era suficiente negocio, a dos meses del lanzamiento de su séptimo disco de estudio, A Head Full of Dreams.

Números

El Super Bowl 50 fue visto por más de 120 millones de personas en EE.UU. Y cada segundo tenía un costo para anunciantes de 167.000 millones. Las cadenas de TV estimaban facturar unos 400 millones en 50 minutos de avisos.
Se estimaba un consumo total de 1.300 millones de alitas de pollo, y unos cuatro millones de kilos de crema de guacamole. El partido le reportó a la economía global de Estados Unidos ganancias por 800 millones de dólares. El precio promedio de las entradas en el sistema legal estaba en 5.335 dólares. Había un palco para 16 personas con servicio de comida, televisión y baño por un total de 150.000 dólares. En la reventa, ese mismo palco llegó a 358.000. Las plazas hoteleras habían multiplicado sus precios y había una muy singular: el paquete Million-Dollar Fantasy Big Game del Hotel Fairmont costaba un millón de dólares e incluía 22 entradas, hospedaje de cuatro noches en su suite presidencial, una fiesta exclusiva previa y la chance de compartir espacio con celebridades.
Según Forbes, el Super Bowl es, como negocio, el mayor evento deportivo del mundo con 580 millones de dólares. Después aparecen los Juegos Olímpicos, con 348 millones en dos semanas de competencia. El Mundial de fútbol vale 229 millones en un mes para la misma publicación. Este año, el Super Bowl rompió con una tradición: lo nomenclaron con números arábigos y no con romano, lo que es habitual.

Figura

Peyton Manning nació el 24 de marzo de 1976, en el seno de una familia que, para el fútbol americano, representa lo que los Kennedy a la política estadounidense. Su padre, Archie, fue estrella entre los 60 y los 70. Su hermano menor, Eli, ya ganó dos títulos y Peyton, en la que se cree fue su última actuación, el domingo pasado lo igualó. A los 39 años, lideró a los Denver Broncos en el triunfo 24-10 contra los Carolina Panthers. (D).

Fuente: El Tiempo.