Intensas lluvias generan alerta en ríos de Cuenca
Las lluvias frecuentes de los últimos días han provocado la crecida de los ríos de la ciudad, lo que se convierte en un riesgo ante la posibilidad de desbordes. Ayer, por ejemplo, el río Irquis, afluente del Tarqui inundó pastizales en la parroquia Victoria del Portete y afectó dos viviendas.
Los otros tres ríos de la ciudad también han aumentado su caudal, pero sin dejar daños. El miércoles, en la avenida de los Migrantes, la creciente del río Machángara afectó una caminería y obligó a ejecutar trabajos para encauzar el agua, antes de que se desborde con más fuerza.
Cuando los ríos crecen, las zonas que se inundan por lo general son las mismas; es lo que ocurrió con el Tarqui, que se desbordó en mayo del año pasado e inundó la misma llanura que fue afectada ayer, aunque esta vez fue con menor fuerza.
Los ríos tienen zonas naturales de inundación, pero estos espacios han sido invadidos por viviendas, actividades agrícolas y las zonas de evacuación del agua se han achicado, explicó Jorge Idrovo, director de la Unidad de Riesgos del Municipio. Otro problema es la erosión, es decir el desgaste de la tierra.
Idrovo dijo que recuperar el espacio de desfogue de los ríos es complicado, porque en la mayoría de los casos hay viviendas asentadas, pero hay otras acciones que se pueden tomar para disminuir el riesgo de inundaciones.
En el río Tomebamba se hicieron trabajos de enrocamiento luego del desborde de octubre del año pasado; en el Yanuncay también se ejecutaron obras, pero hay problemas en sectores altos, desde el puente de Misicata, por la presencia de viviendas.
En el río Machángara hay más trabajo por hacer; el relleno de quebradas y achicamiento del drenaje natural afectan una amplia zona, desde el Parque Industrial hasta Ochoa León. Desde el miércoles se ejecutan trabajos de enrocado para encauzar el río. “Por la creciente, el río trata de desplazarse hacia los lados y la sección debe ser lo suficientemente amplia para captar el caudal de las máximas crecientes, pero las márgenes no se han respetado”, afirmó Idrovo.
Represas
Aunque el crecimiento de los ríos no se puede evitar, hay recursos técnicos para controlar las inundaciones, explicó Magno Rivera, técnico de la Unidad de Riesgos del Municipio. La construcción de represas en las zonas altas, en donde nacen los ríos, es una alternativa. “Con pequeñas represas se puede regular el caudal, así, cuando llueve demasiado, el agua se almacena en algún sitio y luego sale poco a poco”, explicó el funcionario.
Cuenca carece de esas infraestructuras, pero ETAPA tiene sistemas de captación ubicados en los cuatro ríos. “Hasta cierto punto resisten, pero no son suficientes para detener gran cantidad de lluvia”, aseguró Rivera.
La primera lluvia intensa de este año ocurrió el sábado anterior y en lo que va del mes ha llovido 60 milímetros, cuando el promedio es 58,1 milímetros, según el registro histórico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, INAMHI. En enero de 2014, el total de lluvia que cayó en la ciudad fue de 83 milímetros.
Fuente: Diario El Tiempo